ENTRADA 9: EL PLAN DE ORIENTACIÓN ACADÉMICA Y PROFESIONAL
Este apartado ya ha sido desarrollado anteriormente para más información consulte la cuarta entrada referida al Plan de Orientación y Acción Tutorial. No obstante, haremos una breve síntesis personal del mismo a través de la experiencia personal vivida en el centro.
EL PLAN DE ORIENTACIÓN EN LA PURSÍSIMA
La orientación educativa se da durante todas las etapas desde primaria a bachillerato. En la misma se adaptan las orientaciones a la necesidad/es o nivel educativo del alumno. Por ejemplo, en primaria el orientador se encarga de explicar tanto al alumno como a las familias el itinerario educativo que va a seguir su hijo y que materias optativas puede elegir en función de sus gustos, intereses o capacidades. Por otro lado, en la ESO el orientador aunque también sigue en contacto con las familias, tiene un trato más directo con el alumno el cual tiene ya mayor poder decisorio y conciencia. En esta etapa el orientador le explica detenidamente al alumnado las ramas educativas y optativas que pueden elegir, y más específicamente, cúal se adecúa más a cada uno. En este periodo ya se va encaminando al alumno hacia un futuro profesional muy lejano donde se le hacen pruebas de preferencias profesionales y aptitudes académicas. Sin embargo, ya en bachillerato la función del orientador no es tan incisiva como es en secundaria, concretamente en los últimos cursos. En este caso, el orientador hace un seguimiento de las elecciones del alumnado en función diversos patrones (capacidades, intereses, expectativas laborales...) y le va guiando y aconsejando en este trascurso. La labor del orientador, en este caso orientadora, es esencial en toda la educación obligatoria ya que ayuda al alumno a elegir el camino más adecuado de cara a su futura inserción laboral. Pero el orientador no solo asesora profesionalmente, realiza funciones diversas que hacen de él un profesional con una enorme importancia en el centro educativo. La orientadora, en mi caso, tiene gran cantidad de trabajo que mayoritariamente sobrepasa el tiempo que tiene estimado a este fin, por lo que muchas veces tiene que continuar sus tareas fuera de su horario laboral. Bajo mi punto de vista desde la sociedad en general, y las altas esferas educativas deberían darle el lugar y la importancia que precisa este profesional y ampliarle su horario para que pueda desarrollar su labor eficazmente y dentro de unos marcos temporales previamente acotados.
LA ORIENTACIÓN ACADÉMICA Y PROFESIONAL
El plan de orientación académica y profesional es elaborado por el departamento de orientación y se aprueba en el claustro. Una vez es aprobado se incluye en la programación Anual del Centro. Su finalidad es ayudar a los alumnos a escoger el itinerario educativo y profesional más acorde a cada uno. Para ello lleva a cabo algunas actuaciones tales como: entrenar al alumnado a tomar decisiones, fomentar el autoconocimiento del alumno en cuanto a capacidades, intereses y motivaciones o facilitar la información continua sobre las opciones/caminos disponibles. Este Plan por tanto requiere la coordinación y colaboración de distintos agentes educativos como el orientador, profesorado y tutores que deben estar en continuo contacto.

LA ORIENTACIÓN EDUCATIVA
La labor del orientador se extiende a toda la etapa educativa obligatoria.
Los objetivos principales de la orientación son:
- Facilitar los procesos de enseñanza/aprendizaje del alumnado.
- Contribuir al desarrollo integral de los estudiantes.
- Asesorar sobre el itinerario educativo y profesional que puede elegir el alumno.
Objetivos específicos de la orientación
- Mejorar el rendimiento educativo de los alumnos.
- Trabajar los aspectos socio-emocionales del alumnado.
- Lograr la convivencia pacífica en el centro y enseñar a los chicos a resolver positivamente sus conflictos
- Velar y promover la inclusión educativa y social de los estudiantes.
- Promover campañas, talleres y actividades para trabajar aspectos como: habilidades sociales, valores morales, convivencias familiares, etc.
La orientación debe dejar de centrarse sólo en los momentos de transición de un curso o ciclo a otro y pasar a entenderse como un proceso continuo que se lleva a cabo a lo largo de toda vida. La orientación debería darse desde edades tempranas, mediante actividades simples permitan a los niños descubrir el mundo de las profesiones y también, aprender a conocerse a sí mismos. La orientación tampoco ha de considerarse como una actividad específica, sino que debe abordarse transversalmente en las diferentes materias. Además la orientación debe adaptarse a las circunstancias de los tiempos que corren. La orientación académica y profesional debe dar a conocer todas las posibilidades existentes, tanto la formación reglada como la no reglada. Por tanto el orientador debe mostrar al alumnado todas las posibilidades existentes teniendo en cuenta los intereses, capacidades y posibilidades de cada persona. La orientación académica y profesional muestra al alumno, el amplio abanico de estudios y profesiones. Cualquier elección es buena mientras y de los errores también podemos aprender todos. Además existe la posibilidad de la reorientación, es decir, reconducir la carrera académica y profesional. Por eso es sumamente importante contar con los recursos necesarios para afrontar los cambios. Por ello, la figura del orientador requiere unos conocimientos y una actualización continua en cuanto a los itinerarios académicos y formativos, en el conocimiento de la demanda y oferta del mercado laboral, sobre los sectores emergentes y las nuevas ocupaciones de acuerdo con el perfil de cada persona.

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